Especialmente en una época de verano en la que irse de vacaciones supone circular por algunas rutas en mal estado, te contamos por qué debes prestar atención a los baches en la carretera.
EN ESTE ARTÍCULO ENCONTRARÁS
- El peligro de los baches en la carretera
- ¿Qué elementos pueden sufrir una avería a causa de un bache?
El peligro de los baches en la carretera
En algún momento, rumbo al destino de tus vacaciones, te desvías de la autopista por esa carretera perdida que indica el GPS. Sin embargo, lo que prometía ser un atajo es un nido de baches. Y sí, puede que incluso percibas estos obstáculos como los últimos coletazos de esa aventura estival, pero lo cierto es que los baches en la carretera pueden ser sinónimo de graves averías en tu coche.
Como muchos sabréis, los baches son grietas o deformaciones en el asfalto de una vía formados por la humedad que se cuela por debajo de la propia superficie de una carretera. Este efecto hace que la misma se contraiga y expanda, formando una bolsa dilatada por el paso de los coches, de ahí que su diámetro tienda a aumentar si soporta el paso de un gran número de vehículos.
Socavones en el suelo que, en función de su ubicación, tienden a aumentar ante el olvido de los organismos que prefieren seguir creando infraestructuras en lugar de reparar otras nuevas.
En cualquier caso, ese bache que a menudo saltamos puede convertirse en un enemigo para nuestro coche, especialmente si ya forma parte de tu rutina.
¿Qué elementos pueden sufrir una avería a causa de un bache?
A continuación, te relatamos todos aquellos daños que puede sufrir tu coche a causa de los famosos baches:
Desgaste en los neumáticos
De todos los elementos del coche, los neumáticos son de los más afectados. Si los bordes del bache son muy pronunciados, el neumático puede sufrir desde reventones hasta daños en la banda de rodadura o, peor, bultos. ¿Por qué peor? Porque, en teoría, se puede denunciar a la Administración Pública el problema de una avería a causa de un socavón, pero el bulto se caracteriza por transformarse en grieta pasados días, semanas o incluso meses después de cruzar por el bache.
Las llantas se resienten
Lo que viene a continuación de cruzar un bache a gran velocidad es subirse a un bordillo, estructura que puede provocar una abolladura en la llanta. El problema llega cuando la llanta, ligada al neumático, también afecta a este último si el golpe ha sido más grave de lo que creíamos.
Desgaste en la amortiguación
La presencia de un bache puede suponer un daño directo para el sistema de amortiguación. Si la parte del vehículo se inclina hacia atrás o se desliza hacia los lados de la carretera en aquellos caminos más pedregosos, estos pueden ser claros indicativos de un problema en este área.
Daños en los bajos del coche
Los bajos de nuestro coche pueden convertirse en uno de los elementos más dañados, especialmente si se trata de un bache pronunciado y la rozadura es cuanto menos evidente, sobre todo si circulamos a velocidades altas.
Lunas rotas
Aunque no suele ser el problema más usual, sí es posible. Especialmente, si el alquitrán y las piedras de gravilla que suelen envolver el bache salpican en nuestro limpiaparabrisas o, incluso, en el de los coches de atrás que también circulan por la misma carretera.
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