Descubre qué trámites debes hacer si sufres un accidente de tráfico, además de conocer las diferentes gestiones que existen en este ámbito.
Los accidentes o incidentes de tráfico son el gran mal a evitar por todos y cada uno de los conductores que circulan por la vía pública. Lamentablemente y pese a los esfuerzos de autoridades, conductores y fabricantes de vehículos, los accidentes de tráfico siguen formando parte del día a día en la carretera, por lo que saber cómo afrontarlos de la mejor manera resulta decisivo para cualquier conductor.
Uno de los problemas a los que se suelen enfrentar los implicados en un accidente de tráfico es el desconocimiento de los diferentes trámites que hay que realizar. Sobre todo, para conseguir que haya una respuesta justa por parte de los seguros o autoridades, con la indemnización y tratamiento correcto en caso de verse implicado como víctima en un accidente.
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¿Qué trámites existen durante un accidente de tráfico?
Pero, ¿cuáles son los principales trámites a los que debe responder una persona en caso de verse implicada en un accidente? La respuesta no es muy extensa, con seis puntos claves que se deben conocer. Sin embargo, resulta decisivo conocer cada uno de los trámites con claridad para evitar errores en una situación de este tipo.
Cabe recordar que todos los conductores tienen que tener contratado por ley un seguro de responsabilidad civil, que es la mínima cobertura que se puede encontrar en todos los seguros, ya sea un seguro por días o anual. En esta línea, la cobertura de responsabilidad civil se hace cargo de los daños de las víctimas del otro coche, siendo el propio seguro del causante del accidente el encargado de evaluar y hacerse cargo de los daños.
De hecho, estos trámites suelen ser impulsados y negociados por las propias aseguradoras que estén involucradas en un accidente, siendo decisivo también que a la hora de elegir un seguro se tenga en cuenta este hecho. En este sentido, es muy recomendable utilizar un comparador de seguros con el que comprobar cuál es la mejor opción para cada caso particular.
Parte de accidente
El trámite más importante o, mejor dicho, primordial, a la hora de sufrir o cometer un accidente de tráfico es rellenar el parte de accidente o la declaración amistosa del mismo. Este deberá de ser enviado a la aseguradora, con los datos de los implicados en el incidente.
En este documento se debe precisar con exactitud cualquier daño, ya sea a personas, objetos, vehículos, etc., y todo lo que haya ocurrido en el propio accidente: cómo ha sido, qué lo ha provocado, quién ha tenido la culpa, qué elementos externos han afectado a una mayor o menor gravedad…
Este parte de accidente, que debe ser común al que se usa en toda la Unión Europea, agiliza los procesos y expone lo sucedido a la aseguradora. Y, a partir de él, se definen las indemnizaciones, los tratamientos médicos o las reparaciones que fuesen necesarias tras el accidente en cuestión.
Informe médico
El siguiente paso a llevar a cabo al sufrir o protagonizar un accidente con heridos es la asistencia a un centro médico donde se les atienda y se evalúe la gravedad del daño de los mismos. Una vez sea tratado el/los herido/s, el centro médico deberá proporcionar un parte de urgencias o, si hubiese hospitalización, un informe médico en el que se detalle el diagnóstico tras el accidente y todo los tratamientos o intervenciones médicas posteriores.
Sea cual sea el tratamiento o el diagnóstico, el herido o damnificado por un accidente siempre tiene que recibir un parte que acredite todo lo ocurrido. En principio, se debe acudir al centro público más cercano, siendo los gastos de la atención médica abonados más tarde por el seguro que tenga que hacerse cargo del accidente.
Sin embargo, también se puede ir a cualquier centro de urgencias o médico que tenga acuerdo con la aseguradora en cuestión. Esto dependerá del seguro que se tenga contratado, cuya póliza será mayor o menor dependiendo de las coberturas en caso de accidente. Así, a la hora de calcular un seguro también hay que tener en cuenta estas cuestiones que luego pueden ser muy importantes cuando se sufre un accidente.
Informe pericial
Este documento se lleva a cabo para evaluar los daños que se han sufrido y definir una indemnización justificada de acuerdo a ellos. Se debe señalar que el informe pericial suele estar motivado por falta de acuerdo en la valoración de los daños derivados de un incidente en carretera.
Su elaboración se ve impulsada por la necesidad de tener una nueva valoración por un experto que determine si se está atendiendo a todos los problemas que han surgido tras el accidente. El perito debe ser independiente y tiene un cargo público, ocupando un tribunal médico judicial en el caso de haber tenido que demandar a la aseguradora por esta vía.
Atestado
Otra de las gestiones obligatorias en un accidente en el que haya heridos, fallecidos o desacuerdo entre las partes implicadas es avisar a las autoridades competentes en materia de tráfico, ya sea la Guardia Civil, la Policía Local (sólo en el caso en el que el incidente se haya cometido en vía urbana) o la Ertzaintza o Mossos d’Esquadra en País Vasco y Cataluña, respectivamente.
Estas autoridades acudirán al lugar de los hechos y elaborarán un documento o, mejor dicho, un atestado con todos los datos de lo sucedido. Este documento será decisivo para determinar la culpabilidad de uno u otro conductor y para definir los daños causados, así como las indemnizaciones posteriores.
Testimonio
Al igual que el atestado de las autoridades de tráfico, también puede ser crucial el hecho de contar con testimonios registrados o con testigos que hayan presenciado el accidente por si fuera necesario su intervención en un juicio o demanda derivada del incidente.
En este sentido, el atestado ya puede incluir estos testimonios de cara a poder determinar con mayor rapidez la culpabilidad en el incidente. Cualquier prueba que justifique lo sucedido siempre evitará problemas posteriores a la hora de resolver el caso del accidente.
Denuncia o querella
En el caso de no poder llegar a un acuerdo con la aseguradora que debe hacerse cargo del accidente, se puede recurrir a resolver el conflicto por vía judicial. En este proceso, se recomienda acudir y ser representado por un abogado, que se encargará de llevar a cabo todas las gestiones, ya sea por la vía penal, civil o contencioso-administrativa.
Este es el último paso a llevar a cabo tras recopilar toda la información y documentación del accidente, como el informe médico, el atestado, etc. Tal y como se ha comentado, la denuncia o querella se lleva a cabo ante la falta de acuerdo en la indemnización. Para no llegar a ella, siempre se recomienda negociar con la aseguradora para no demorar la resolución del caso.