De todas las palabras relacionadas con el mundo de la automoción, “radares” es una que consigue hacer temblar hasta al conductor más experimentado. Pero tranquilo, que gracias a los consejos de Hello Auto, enfrentarse a un radar no volverá a ser una pesadilla.
Te encuentras conduciendo por la carretera pero, por algún motivo, has decidido pisar el acelerador más de la cuenta. Hasta que allí lo ves, siendo demasiado tarde para retractarse. Ese ojo que sabe que has superado la velocidad y que tendrás que pagar por ello.
Esta sensación existe en prácticamente todas las grandes carreteras de nuestro país. Concretamente, en aquellas donde se reparten los más de 800 radares fijos, 68 radares de tramo y 8 helicópteros Pegasus que controlan los excesos de velocidad de nuestro país.
Una eclosión que comenzó en los años 70 con sendos radares en Madrid y Barcelona, para pasar a convertirse en la principal arma de la DGT a la hora de controlar una siniestralidad desmedida durante los años 90.
Casi tres década después, la presencia de radares continúa siendo el principal quebradero de cabeza de los conductores. Pero quizás, la solución no solo esté en reeducar nuestros hábitos, sino en saber a qué tipos de radares nos enfrentamos en cada momento.
Tipos de radares y características
Radares fijos
También conocidos como cinemómetros sin operador, los radares fijos son aquellos visibles en cabinas, los cuales suelen encontrarse al margen de la carretera. De todos los radares existentes, el fijo siempre debe estar señalizado.
Radares móviles
Estos radares se caracterizan por ser aquellos camuflados en coches de la Guardia Civil presentes en la carretera tanto en movimiento como detenidos.
Radares de tramo
A diferencia de los dos anteriores, los radares de tramo son de los más fiables, ya que calculan la velocidad media de nuestro vehículo desde un punto A a uno B. En concreto, el punto A acoge una cámara de visión infrarroja con sistema de reconocimiento de caracteres. Este punto capta el momento en que pasamos por debajo y lee nuestra matrícula, quedando constancia de la fecha, hora y minuto exactos. Por ende, al llegar al punto B otra cámara interconectada con la primera mencionada registrará la información del punto A. La información es comprobada por un software que calcula tanto el tiempo como la velocidad media de cada uno de los vehículos, lo cual permite medir con mayor precisión el aumento de velocidad sobre el mínimo establecido.
Foto-Rojo
Este tipo de radar no se encarga de medir la velocidad, sino que se enfocan, como su nombre indica, a aquellos que sobrepasan un semáforo en rojo.
Helicóptero Pegasus
Equipado con dos cámaras de vigilancia (una panorámica y otra con teleobjetivo para leer la matrícula), los helicópteros Pegasus suponen un aliado de mayor precisión a la hora de controlar el tráfico y sus excesos.
La mayoría de capturas realizadas por estos radares son enviadas de forma automática al Centro de Tratamiento de Denuncias Automatizadas (ESTRADA), derivando en la sanción de rigor que posteriormente se notificará al conductor.
En cualquier caso, a la hora de mejorar nuestros hábitos de conducción, contar con el mejor seguro se convierte más en una obligación que en una sugerencia. Si además, este incluye un asistente que te permite mejorar la conducción y, por ende, el precio en tu seguro de coche, mucho mejor.
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