Los frenos de un coche están constituidos por un conjunto de elementos, con el que se puede inhibir el movimiento de un vehículo, ya sea para ralentizar su marcha o incluso para detenerlo.
En la mayoría de los casos, los frenos del coche se basan en la fricción de superficies para conseguir que la energía cinética se transforme y un objeto en movimiento reduzca su velocidad.
EN ESTE ARTÍCULO ENCONTRARÁS
- ¿Para qué sirve el sistema de frenos?
- Tipos de frenos de un vehículo
- ¿Cómo detectamos si nuestros frenos tienen un problema?
¿Para qué sirve el sistema de frenos?
El sistema de frenos es un mecanismo de seguridad del vehículo con el que podemos ralentizar la marcha o detenerla completamente. Con una fuerza de fricción contraria al movimiento del vehículo es posible actuar sobre su velocidad.
En la actualidad encontramos 3 tipos de frenos en un vehículo, en función del sistema de funcionamiento con el que se hayan diseñado: frenos de disco, frenos de tambor y freno de mano.
Tipos de frenos de un vehículo
Frenos de disco
En la actualidad los frenos de disco son los más utilizados en los vehículos en circulación. Este sistema de frenos consiste en ejercer presión sobre un disco metálico, a través de unas pinzas y un sistema hidráulico.
Frenos de tambor
Antiguamente, los frenos de tambor representaban el sistema más utilizado en vehículos para detener un coche o reducir su velocidad. Consisten en un tambor que gira al mismo tiempo que la rueda. Cuando se empuja un material y se aplica fricción sobre el tambor, la acción de frenada tiene lugar.
Freno de mano
El freno de mano también es conocido con el nombre de freno de estacionamiento. En realidad consiste en un sistema de frenos que actúa sobre las ruedas traseras y cuyo accionamiento está pensado originalmente para que el coche no se mueva cuando se encuentra parado.
¿Cómo detectamos si nuestros frenos tienen un problema?
El sistema de frenos es imprescindible para preservar nuestra seguridad durante la conducción, por lo que a la mínima señal es importantísimo ir a un taller profesional donde solucionarlo. Para ello debemos identificar señales que nos indiquen un problema.
El pedal de freno tiene más recorrido
Cuando el sistema de frenos falla o tiene un desgaste acusado, su efectividad sufre las consecuencias. Por tanto, cuando utilizamos el pedal del freno, notaremos que el recorrido que hace falta para accionarlo es mucho mayor que cuando está en perfecto estado.
El pedal de freno tiene menos recorrido
Puede suceder también al contrario, que el pedal no vuelva a su posición original al accionarse y, por tanto, el recorrido que podemos hacer con él sea menor de lo normal.
Un pedal esponjoso
El sistema hidráulico de los frenos permite utilizarlos de una forma confortable. Pero si falla por algún motivo como que tiene aire dentro, cuando las mangueras de freno estén deformadas o incluso si el líquido de frenos falla, notaremos que el pedal está como esponjoso. Es muy importante en estos casos revisar todo el sistema de frenos para detectar el problema.
Un pedal de freno muy duro
Hay muchos motivos por los que un pedal de freno puede presentar mayor resistencia cuando es accionado. En todos ellos la conclusión debe ser ir al taller para solucionar el problema. Entre los factores más recurrentes en estos casos se encuentran las pastillas, que pueden presentar demasiada suciedad y por eso no funcionan bien.
Pero también es posible que los discos de freno se hayan dañado, que el servofreno esté fallando o problemas relacionados con el disco de frenos.
La rueda se bloquea al frenar
El bloqueo de rueda no es un síntoma bueno respecto al sistema de freno. Puede deberse a que la pastilla de freno está defectuosa o a que el cable del freno de mano se haya enganchado y, por este motivo, las ruedas no giran.
Vibraciones en el pedal de freno
Notar que el pedal de freno vibra puede deberse a varias razones, pero una de ellas puede estar relacionada con un fallo en el funcionamiento del sistema de frenado. Cuando es el caso, normalmente es algo que afecta a las pastillas o a los discos de freno, aunque también puede deberse a que las ruedas no están bien equilibradas.
Poca frenada con el coche en caliente
En el caso de que estés conduciendo y notes que el vehículo no frena con la efectividad que debería, es posible que tengas que revisar la calidad de las pastillas de freno o comprobar que los discos son los correctos. No obstante, si solo sucede cuando estás conduciendo a alta velocidad, puede ser un clásico caso de fading y solo tienes que esperar a que los frenos se enfríen.
El coche se oscila de lado
Cuando notes que el coche se oscila hacia un lado concreto, es posible que las pastillas de uno de los lados estén sucias, llenas de grasa o de líquido de frenos. También es posible que el problema esté en los neumáticos por no tener la presión adecuada o incluso en los amortiguadores, si están demasiado dañados.
Oyes un chirrido al frenar
Es algo muy típico cuando el sistema de frenos presenta signos de desgaste. Suele deberse a las pastillas de freno, ya sea porque tienen suciedad o porque presentan un mayor desgaste del esperado. También se escucha ese clásico chirrido si los discos están deteriorados.