Climatizador

El sistema climatizador de un coche, además de ser un elemento de confort es parte de la seguridad activa del vehículo, ya que al permitir modificar y mantener las condiciones de humedad y temperatura en el interior del coche, ayuda a evitar la fatiga y distracciones del conductor, disminuyendo el riesgo de sufrir un accidente.

Por lo general, cuenta con un sistema de ventilación que transmite y distribuye el aire y además, posee un calefactor que permite aumentar la temperatura del aire captado del exterior.

El climatizador es, básicamente, un sistema de aire acondicionado que emplea sensores para poder establecer la temperatura seleccionada en el interior del vehículo.

El aire caliente se obtiene muy fácilmente gracias a la gran cantidad de calor que genera el motor de un automóvil. Parte de este calor se emite al exterior y otra parte es aprovechada para la calefacción.

El aire frío se obtiene utilizando un gas refrigerante que saca el calor del interior del habitáculo al exterior gracias al ciclo de Carnot invertido. Para ello, es necesario un compresor, un condensador, una válvula de expansión, un evaporador y por último un deshidratador.

El compresor se encarga de aspirar el gas refrigerante y comprimirlo, de esta manera aumenta la temperatura de este hasta que se sobrepasa la temperatura del exterior. Cuando el refrigerante pasa al condensador, libera calor y permite que aire frío entre en el habitáculo, condensándose hasta llegar a ser un líquido a alta presión que se dirige a la válvula de expansión. Una vez allí, el evaporador es liberado, produciendo una disminución de la presión y de la temperatura, transformándose de nuevo en gas para volver a empezar el ciclo desde el compresor.

Por lo tanto, para hacer uso del climatizador tan solo hace falta un termostato y un selector de temperatura, o varios si se trata de un climatizador multizona, dentro del habitáculo.