Limitador de velocidad

El limitador de velocidad es un sistema que impide que la velocidad de un automóvil exceda de un cierto valor máximo que ha sido establecido por el propio conductor. Por lo tanto, se trata de un elemento de seguridad que ayuda al conductor a cumplir con los límites de velocidad establecidos y a mantener una velocidad correcta y adecuada, en función de las condiciones de la vía, disminuyendo el riesgo de sufrir un accidente.

Es importante diferenciarlo del control de crucero, ya que el limitador de velocidad no obliga al conductor a estar conduciendo a la misma velocidad siempre, sino que solo actuará en el caso de que se sobrepase dicho valor establecido, pudiendo avisar con señales luminosas y acústicas.

En la actualidad los limitadores de velocidad más utilizados son electrónicos, controlados con mandos situados en el volante del vehículo. Anteriormente, existían limitadores de velocidad mecánicos y los últimos en aparecer son los limitadores inteligentes. Se pueden distinguir dos tipos de limitadores de velocidad electrónicos:

• Limitador de velocidad activo: Con este tipo, la velocidad puede ser fijada y el vehículo no la sobrepasará nunca. Pueden actuar en los frenos o en el cambio, para evitar que el coche se acelere.
• Limitador de velocidad pasivo: Este tipo se limita tan solo a informar al conductor, no limitan de manera automática la velocidad, sino que advierten mediante señales acústicas o visuales al conductor, de que se ha sobrepasado la velocidad establecida.

El limitador de velocidad tiene un funcionamiento muy sencillo. Es el conductor el que establece el límite que el coche no debe sobrepasar mediante los mandos que, por lo general, suelen estar situados en los mandos del volante. Una vez establecida la velocidad, este sistema podrá actuar avisando con señales acústicas o visuales al conductor o bien controlando la cantidad de combustible que alimenta al motor, con el objetivo de mantener la velocidad establecida, aunque el conductor siguiera pisando el acelerador.