Kers o Freno regenerativo
Significado de Kers o freno regenerativo
El freno regenerativo recibe su nombre debido a que consiste en reducir la velocidad del vehículo y, en este proceso, transformar la energía cinética en energía eléctrica. La clave del Kers es que esa energía eléctrica puede almacenarse para ser utilizada más adelante.
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Uso del Kers o freno regenerativo
El freno regenerativo, sobre todo por su terminología en inglés como Kers, alcanzó fama internacional entre muchos aficionados a la Fórmula 1, dado que se implementó en el reglamento de este deporte.
El objetivo del uso de Kers en la F1 se debía tanto al intento de aumentar la espectacularidad de las carreras, como también a querer abrir el camino más fácilmente a los motores híbridos.
Sin embargo, el freno regenerativo también ha sido utilizado en coches de conducción habitual, con antecedentes que se remontan incluso a finales del siglo XX.
Hoy en día ha recuperado parte del interés de los fabricantes, porque los vehículos eléctricos e híbridos pueden aprovecharlo.
En estos casos, el Kers o freno regenerativo se encarga de conseguir que el vehículo obtenga energía extra para seguir circulando, aumentando la autonomía del coche sin generar emisiones contaminantes.
Esta energía se crea cada vez que el conductor pisa el pedal del freno. Por tanto, es un sistema que tiene una gran utilidad en ciudad, el entorno en el que más se va a usar de forma constante.
Funcionamiento del Kers o freno regenerativo
En un coche con sistema de freno corriente, al pisar el pedal del freno, el disco y la pastilla son sometidos a una fricción, así las ruedas no siguen girando.
Esa fricción es en realidad energía cinética, se convierte en calor y se desaprovecha. El freno regenerativo o Kers plantea un sistema con el que sí aprovechamos esa energía.
La energía cinética se convierte en electricidad, gracias a que el motor eléctrico hace tanto de convertidor como de generador. Esa energía que se produce cuando pisamos el pedal del freno, se envía a las baterías del coche, que la almacenan. Así, cuentan con más energía, que podrán utilizar más adelante, obteniendo con ello mayor autonomía.
