arboles contrarrotantes

Los árboles contrarrotantes son también identificados como ejes contrarrotantes. Se trata efectivamente de dos ejes colocados estratégicamente en el motor del vehículo para que, cuando se encuentre en movimiento, todas las partes del sistema estén en equilibrio y no generen vibraciones.
El nombre de contrarrotantes se le vincula porque la acción que hacen es girar en sentido contrario a la rotación del motor, con el fin de conseguir con ello la reducción práctica de los efectos de las vibraciones.

Pese a que no es fácil identificar la función de los árboles contrarrotantes, su importancia en un rendimiento óptimo del vehículo y la reducción de averías relacionadas es alta.
Para que un motor térmico funcione, se transforma el movimiento alternativo de los pistones en movimiento giratorio del cigüeñal.
En este proceso se generan tensiones que van a provocar vibraciones mecánicas. Estas vibraciones pueden afectar al rendimiento del motor y a otros componentes, cuanto más acusadas sean.
En los motores de cuatro cilindros, conocidos también como motores tetracilíndricos, se aplican los árboles contrarrotantes para reducir el efecto de estas vibraciones.

Los árboles contrarrotantes pueden ser útiles con todas las vibraciones producidas por el mismo funcionamiento del vehículo.
En concreto, aquellas vibraciones que son motivadas por un empuje por impulsos cuando se produce la combustión en un cilindro, así como también en aquellas producidas por la acción sobre muchas piezas que componen el vehículo.
Hay que tener en cuenta, además, que las vibraciones no pueden evitarse o anularse, pero sí que es posible que sean compensadas o absorbidas mediante la inclusión de estos árboles contrarrotantes.