motor policarburante

Un motor policarburante ha sido diseñado para funcionar con combustibles de diferente tipología.
En la mayoría de casos se trata de motores tradicionales, que se adaptan para poder contar con esta cualidad de policarburante.
Son utilizados también en vehículos militares y agrícolas, tanto en formato de encendido normal como también espontáneo.
En el sector automovilístico de particulares, el uso de motores policarburantes se presentaba como una opción de futuro, en la que se garantizaba la coexistencia de todos los carburantes, mediante un uso compatible entre ellos.
El desarrollo de los coches eléctricos, en cambio, plantea esta alternativa al combustible, como la más probable para dirigir el mercado dentro de unos años.

Hay una gran variedad de motores policarburantes, en función del tipo de combustible con el que tienen compatibilidad.
Una tipología frecuente es la de motores de encendido por chispa con GPL o metano, que son compatibles con gasolina o con gas.
Por otro lado, están los motores diésel dualfuel, que pueden acoger tanto gasoil como GPL o metano, en formato de inyección piloto de gasoil.

El funcionamiento de cada motor policarburante depende del tipo de combustible que pueda aprovechar.
Los motores de explosión con gas aprovechan el número de octano del combustible.
Sin embargo, el motor policarburante con diésel se basa en la inyección piloto de gasoil, con la que se elimina el retraso sufrido por el encendido de los GPL.

Existe la posibilidad de utilizar combustible de forma compatible entre gasolina y diesel, mediante el formato de motor híbrido.
Estos motores cuentan con un encendido eléctrico y otro de inyección y normalmente funcionan con carga estratificada.