doble encendido

Las razones del empleo del doble encendido son diferentes en aviones y automóviles. Para los primeros, el sistema añade seguridad al funcionamiento del motor, pues permite solventar el fallo de uno de los dispositivos de encendido. En el caso de los coches, la doble ignición logra una quema más rápida y más eficiente de la mezcla en la cámara de combustión.
El doble encendido también es muy utilizado en los motores Wankel, de tipo rotativo. En esta clase de propulsores, la peculiar morfología alargada de la cámara de combustión provoca que la ubicación elegida para una bujía, más adelantada o más retrasada, traiga siempre ciertos inconvenientes. Esos inconvenientes se solucionan montando una doble bujía, que ofrece potencia y una buena propagación de la llama dentro de la cámara.

El sistema utiliza dos bujías en cada cilindro, aunque en ciertos casos las chispas producidas por una y por otra no son totalmente simultáneas: existe un leve desfase que permite que la combustión sea más progresiva a bajos regímenes. De cualquier modo, el tiempo que, con el sistema tradicional, tarda el frente de llama en llegar a todas las partes de la mezcla, se reduce notablemente con el doble encendido. Se producen dos frentes de llama gemelos que dan lugar a una quema casi instantánea y permiten aumentar el rendimiento del motor, logrando un proceso más estable y homogéneo. Esa mayor eficiencia de la combustión se traduce también en una mejora del consumo de combustible.
Un inconveniente que plantea el sistema de doble encendido es la necesidad de alojar una segunda bujía en la culata. Por otro lado, en las cámaras de combustión más modernas se ha logrado una turbulencia muy intensa que facilita la rápida propagación de la llama y reduce la diferencia con el doble encendido.