limpiafaros
Significado de limpiafaros
Es inevitable que las salpicaduras de barro, la nieve y las partículas de muchos otros elementos alcancen los faros de un automóvil que circule en condiciones meteorológicas desfavorables. Esas partículas absorben la luz y dificultan la conducción, lo que ha obligado a desarrollar sistemas para su limpieza que, en inicio, consistían en simples chorros de agua, y después incorporaron dispositivos con escobillas.
Ninguna de esas dos opciones resultaba del todo eficaz, por lo que se han ido perfeccionando hasta nuestros días, en que los sistemas de chorro parecen haberse impuesto a los de barrido. En los dispositivos actuales, el lavado de los faros se suele realizar automáticamente cuando se acciona el limpiaparabrisas, y por lo general cuenta con eyectores que proyectan el agua a alta presión.
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Por qué es necesario un limpiafaros
El limpiafaros tiene una incidencia en la seguridad mayor de lo que se pueda pensar. Se ha comprobado que, durante un recorrido de media hora sobre una calzada sucia, en los faros del coche se forma una película que puede reducir la visibilidad en varias decenas de metros. Además de disminuir en gran medida la capacidad de reacción del conductor ante cualquier incidencia, la suciedad acumulada en los faros altera la forma normal en que se proyecta la luz que emiten, lo que puede estorbar y deslumbrar a los ocupantes de los coches que circulan en sentido contrario.
Naturalmente, cuanto peores son las condiciones meteorológicas en que se circula, más barro y suciedad reciben los faros de un automóvil. Por eso el empleo los sistemas limpiadores de faros se generalizó en los países nórdicos antes que en otros lugares.
En los automóviles que disponen de faros con lámpara de descarga de gas es obligatoria la instalación del sistema de lavado.