recarga de la bateria

La batería suministra la electricidad necesaria para el arranque de un motor de combustión, por lo que se trata de un elemento fundamental del vehículo. En caso de que su energía ya no resulte suficiente para arrancar el coche, ha llegado el momento de la recarga. Esa labor puede realizarse de varias formas que dependen de que la circunstancia haya llegado de forma más o menos imprevista.

Si, como suele ocurrir, la descarga de la batería llega en un momento imprevisto, es posible llevar a cabo la recarga con un par de pinzas (que será prudente llevar siempre en el vehículo) y la ayuda de otro coche cuya batería esté cargada. Para ello hay que conectar los extremos de una pinza en los polos negativos de ambas baterías, y los de la otra en los polos positivos. Después, se debe arrancar el coche de ayuda. No es una operación compleja, pero sí es preciso tomar las debidas precauciones antes de manipular las pinzas.
En otra situación, lo ideal es emplear un cargador de batería si resulta posible. El aparato puede conectarse a la toma de corriente y permite prescindir de la ayuda de otro vehículo. El proceso se realiza de forma similar al caso anterior, conectando las pinzas en los polos correspondientes y desconectando la batería para evitar accidentes. Es recomendable, aunque no indispensable, extraer del coche dicha batería para llevarlo a cabo.
Si no existe posibilidad de emplear ninguna de esas dos opciones, hay una tercera a la que se suele recurrir como alternativa de emergencia. Se trata de intentar arrancar en movimiento, para lo que es necesario empujar el vehículo, preferiblemente cuesta abajo, y engranar la segunda velocidad antes de soltar el embrague progresivamente y accionar la llave.
Es un sistema que requiere apagar previamente todos los componentes eléctricos del vehículo y que resulta, en cualquier caso, poco recomendable.