Tribómetro

La utilidad del tribómetro ha ido aumentando a medida que se desarrollaban máquinas con una mayor exigencia sobre sus componentes y se hacía necesario evaluar qué materiales contaban con una mayor resistencia. Su presencia resulta indispensable tanto en la industria del automóvil (embragues, frenos o pistones son algunos ejemplos) como en la aeroespacial o la petrolífera, y juega un papel esencial en la fabricación de motores, rodamientos y otros sectores que demandan una innovación tecnológica permanente. Se trata de una herramienta desarrollada dentro del ámbito de la tribología, ciencia que formalmente cuenta con poco más de medio siglo.

La tribología es una moderna disciplina científica que estudia, entre otras cosas, la fricción producida entre dos superficies que interactúan, sus efectos asociados y la forma de minimizar dichos efectos. Está orientada, en particular, a resolver problemas mecánicos y lograr mejoras en la maquinaria industrial. Para ello centra sus esfuerzos en la reducción del desgaste, algo que permite un notable ahorro de materiales y alarga la vida útil de los componentes.

El desgaste se manifiesta de formas diversas en función del factor que lo provoque:

El de tipo adhesivo, que puede ser reducido con el uso de lubricantes.
El desgaste por fatiga, consecuencia de esfuerzos cíclicos que abren grietas en la superficie del material.
El desgaste por abrasión, generado por la diferente dureza de las superficies en contacto.
El desgaste por corrosión, que resulta de factores ambientales como la humedad.

Con el objeto de prevenir y retrasar ese efecto, los estudios y las simulaciones tribológicas tienen en cuenta el diseño de los elementos, su mantenimiento, el medio y las condiciones en que trabajan y la forma de aplicación de los lubricantes, además del material de las superficies que experimenten la fricción.