Sobrepresión en el escape

Los gases quemados en el motor por la combustión deben ser expulsados en la fase de escape, dejando el cilindro libre para recibir una nueva carga de mezcla fresca. Esa expulsión tiene lugar gracias a la diferencia de presión que existe entre los gases de escape alojados en el interior del cilindro y el exterior, que aumenta con el recorrido ascendente del pistón.
Las resistencias que dichos gases encuentran en su recorrido hacia el exterior por el sistema de escape son conocidas por sobrepresión o contrapresión.
Los silenciadores y los catalizadores incorporados para reducir la contaminación atmosférica son dos elementos que causan sobrepresión, al modificar el flujo de los gases de escape para amortiguar el ruido y controlar las emisiones.

La medida correcta de contrapresión permite atenuar el ruido de los gases expulsados por el escape, pero un valor demasiado alto puede disminuir la eficiencia del motor, causando un aumento de la temperatura y del consumo de combustible, además de una reducción de la potencia. En los motores de dos tiempos, la contrapresión tiene un papel más relevante, pues se precisa en cierta medida para evitar que se desperdicie mezcla fresca durante el instante inicial de la compresión.
La cantidad de gas residual resultante de la combustión que no es expulsada al exterior, será mayor cuanto más alto sea el rozamiento sufrido por el flujo de los gases de escape en su recorrido. Cuando esa cantidad resulta excesiva, ensucia la mezcla y perjudica a la calidad de la combustión y al rendimiento del motor.