Reversibilidad de la dirección
Significado de reversabilidad de la dirección
El conjunto que forman el volante, la barra de dirección y la caja de dirección tiene por misión transformar el movimiento rotativo del volante en uno longitudinal que permitirá accionar el giro de las ruedas. Pero la transmisión de ese movimiento, que puede darse en diversos grados y de diferentes maneras, implica la posibilidad de que se produzca una transmisión en sentido contrario y que las oscilaciones de las ruedas se transfieran al volante.
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Por qué es útil contar con cierto grado de reversibilidad
Desde un punto de vista teórico, y en una dirección totalmente reversible, las vibraciones y sacudidas que las ruedas sufren por causa de las irregularidades del terreno se transmiten al volante y provocan su giro, dificultando la conducción. En el extremo contrario, una dirección que no permite en absoluto la transmisión inversa impide que el conductor perciba la información proporcionada por el movimiento de las ruedas, además de tender a un desgaste más rápido.
Ambas opciones no son convenientes en una gran mayoría de los casos, pues se considera deseable que la caja de dirección, responsable del proceso, presente cierto grado de reversibilidad. Eso garantiza que las ruedas del vehículo puedan recuperar correctamente su posición de marcha en línea recta después de un giro, gracias a que el brazo que acciona el cuadrilátero transmite el movimiento correspondiente a la caja de dirección.
Un sistema de dirección con estas propiedades recibe el nombre de semirreversible, ya que la reversibilidad queda limitada a la medida necesaria para la realineación de las ruedas, sin que se transmitan al volante los choques y oscilaciones de aquellas sobre una superficie más o menos accidentada.