Reparto de cargas verticales

Dado que, en la gran mayoría de vehículos, las ruedas son los únicos elementos que tocan el suelo, los ejes deben desempeñar el papel de soporte del peso del conjunto. Pero las llamadas cargas estáticas (el peso del automóvil y el de su carga útil) no son las únicas que gravitan sobre dichos ejes; hay que sumarles los efectos de las inercias generadas durante la marcha y la carga aerodinámica que el aire ejerce sobre la carrocería y otros elementos.Dado que, en la gran mayoría de vehículos, las ruedas son los únicos elementos que tocan el suelo, los ejes deben desempeñar el papel de soporte del peso del conjunto. Pero las llamadas cargas estáticas (el peso del automóvil y el de su carga útil) no son las únicas que gravitan sobre dichos ejes; hay que sumarles los efectos de las inercias generadas durante la marcha y la carga aerodinámica que el aire ejerce sobre la carrocería y otros elementos.

La acción de todas ellas somete a una gran exigencia a los ejes delantero y trasero, y es preciso que en el diseño del vehículo se calcule correctamente el reparto adecuado sobre ellos. Para ese reparto deben tenerse en cuenta también la ubicación del motor, la morfología del vehículo y su tipo de tracción.

Diversos factores relativos al comportamiento del vehículo están ligados al reparto de carga entre los ejes. Cuando la carga es mayor sobre el eje delantero y el baricentro queda, por tanto, ubicado en una posición adelantada, el vehículo tiende al subviraje y a presentar un mayor ángulo de deriva. En caso de que sea el eje trasero el que reciba más carga, el baricentro se retrasará y las tendencias durante la marcha se invertirán.

Puede producirse un desplazamiento del baricentro y, en consecuencia, una variación del comportamiento del coche, cuando este circula con su carga máxima. La razón es que, en esas condiciones, el eje trasero ha de soportar un incremento de peso notablemente mayor que el delantero.

El reparto de cargas afecta también al sistema de suspensión y a la estabilidad del vehículo, pues los amortiguadores delanteros y traseros son exigidos en diferente grado.