Oruga

Significad de Oruga

El concepto de oruga se asocia a tres elementos distintos en vehículos, aunque en todos ellos se comparten las mismas características.
Por un lado, se denominan coches oruga o vehículos oruga a los que llevan este tipo de accesorio mecánico, para garantizar máxima tracción.

Por otro lado, también se identifica a las cadenas de tipo oruga, directamente a los accesorios que se instalan en los vehículos, para obtener esta tracción.
Por último, también se habla de neumáticos oruga, ya que en la práctica estos accesorios son un sustituto total de los neumáticos convencionales y con ellos es posible conducir, en aquellos terrenos para los que han sido preparados.

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Características de las orugas en coches

Las orugas en coche pueden ser de diferentes formas. Las triangulares y trapezoides son bastante conocidas, pero también es posible encontrar modelos rectangulares.
De igual modo, hay orugas que son individuales y otras que unen las dos ruedas del mismo lado, simulando el movimiento de un tanque.

Las orugas disponen de una cadena de metal que está fabricada con distintos eslabones y con una superficie dentada, que puede ser de metal o también de goma.

Ventajas de las orugas en coches

Las orugas o ruedas oruga cuentan con muchas ventajas, por ese motivo son instaladas en muchos tipos de vehículos.
Una gran cantidad de ellos son de tipo industrial o agrícola, pero cada vez es más frecuente encontrar vehículos convencionales, que adaptan estas ruedas oruga, para poder circular sin riesgo por superficies de tracción irregular, como barro o nieve.

La principal ventaja que ofrece es su tracción, ya que permite una circulación estable y de máximo agarre, incluso en suelo mojado, con una eficiencia de casi el 100%
Además, gracias a su diseño, el coche provoca menor presión, ya que el peso se reparte por las ruedas oruga, que tienen una mayor superficie. Gracias a ello, el coche responde mejor al volante, haciendo muy fácil su conducción.

Entre sus desventajas está la falta de adaptación a las carreteras convencionales, así como su limitación en velocidad, pues normalmente no superan los 60 Kmh.