Mirrorlink
Significado de mirrorlink
Mirrorlink, a diferencia de otros sistemas propietarios como Apple Car o Android Auto, duplica la pantalla del smartphone al completo como si de un monitor se tratase, de tal forma que no se necesita recurrir a aplicaciones compatibles para hacerlas funcionar en el coche. Incluso en algunos casos permite que el coche tenga ambos sistemas, dándonos la libertad de elegir qué queremos, sin atarnos a ningún lado.
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Historia del mirrorlink
La primera vez que el Modo Terminal se introdujo en un vehículo de venta al público fue en 2010, siendo el Volkswagen Passat el primer coche compatible con este tipo de tecnología. Y a partir de ese momento algunos fabricantes de dispositivos de infoentretenimiento para vehículos como Alpine, Continental o Clarion, se sumaron a la iniciativa creando sus propios adaptadores compatibles con el Modo Terminal.
Cerca del año 2011, el grupo formado por Nokia y la CE4A se transformó en lo que hoy en día se conoce como el CCC –Car Connectivity Consortium–, formado actualmente por varios líderes mundiales de la industria automovilística y electrónica, donde cualquier empresa que quiera aportar su granito de arena a través de innovación y desarrollo de la seguridad en la carretera a través de tecnología, puede hacerlo. Fue, también en 2011, cuando el Modo Terminal pasó a llamarse oficialmente MirrorLink.
Actualmente, MirrorLink es un estándar de control que permite que cualquier smartphone (compatible) pueda ser controlado a través de los distintos controles de un vehículo, ya sea los incluidos en el volante, en el cuadro de mandos o, principalmente, por la pantalla principal. La tecnología permite al conductor acceder a las aplicaciones instaladas en el móvil de manera sencilla mientras conduce, gracias a una interfaz y controles optimizados para no poner en peligro su circulación ni la de quienes lo rodean.
Cómo funciona mirrorlink
El funcionamiento de MirrorLink es muy sencillo si contamos con un coche y un móvil compatible. Por norma general, el proceso es tan simple como conectar el teléfono al coche a través de alguno de los puertos USB con los que el vehículo cuente y acto seguido conceder permisos de conexión al coche. Destacar y tener muy en cuenta que el cable USB empleado en la conexión, ha de ser el del propio teléfono o bien uno compatible que admita la transmisión de los datos.
Una vez asegurado que tanto el coche como el cable y el teléfono son compatibles con MirrorLink, se conecta el smartphone al coche y se accede a la opción de MirrorLink dentro de la aplicación de Ajustes de Android. En móviles Samsung y HTC. Esta misma opción puede habilitarse a través de la aplicación correspondiente (Car Mode, LG MirrorDrive, HTC MirrorLink…), aplicaciones que podemos descargar desde la tienda de Google.
Por último se habilita la opción de Permitir la conexión del teléfono al coche y automáticamente la pantalla pasará a replicarse al detalle en la pantalla del coche.