Marcha atrás

Esta maniobra sirve para que se invierta el sentido hacia adelante de las ruedas de los coches. Cuando se utiliza la marcha atrás, un piñón se coloca entre los engranajes de los ejes, invirtiendo el sentido del eje principal. 

Aunque esta maniobra se usa en multitud de ocasiones en el día a día su uso está limitado en ciertas ocasiones y prohibido en otras por el Reglamento de Circulación.

Según la normativa de tráfico, el uso de la marcha atrás tan solo está permitido cuando sea imposible marchar hacia adelante ni modificar la dirección o el sentido de la marcha y como una maniobra complementaria. 

Por ejemplo, uno de los usos más comunes de la marcha atrás es para realizar una parada o un estacionamiento. También se puede emplear para volver a incorporarse a la circulación después de realizar estas dos acciones, pero siempre teniendo en cuenta que no está permitido circular más de 15 metros marcha atrás al realizar estas maniobras, ni tampoco, invadir un cruce de vías.

Donde la ley sí que no permite, bajo ningún concepto, la utilización de la marcha atrás es mientras se circula por autopistas o por autovías, siendo esta una infracción catalogada como grave. Tan solo pueden hacer uso de ella en este tipo de vías los vehículos prioritarios cuando circulan en servicio de emergencia.

En el caso de que se quiera emplear la marcha atrás, al contar con el asiento en el habitáculo orientado hacia adelante, se deberá realizar siempre esta maniobra con mucha seguridad, haciendo uso de los retrovisores y de los elementos de señalización que incorporan los vehículos, todos los vehículos cuentan con señales luminosas y algunos incluso con señales acústicas.