Guardabarros

Significado de guardabarros

Los Guardabarros, también llamados guardafangos o salpicadera, son piezas acanaladas instaladas en la parte superior de las ruedas de un vehículo (automóvil, motocicleta o de otro tipo). Su objetivo principal es evitar que la aspersión o salpicaduras de residuos de caminos como  arena, lodo, rocas, líquidos u otros residuos sean lanzados al aire por el neumático al rotar. 

Estas piezas que forman parte de la carrocería de un vehículo suelen ser de material flexible y complementadas con faldones. También se pueden encontrar defensas rígidas, pero estas pueden ser dañadas por contacto con la superficie de la carretera.

¿Sabías que…? Hello Auto dispone del avisador de radares más completo del mercado.

Historia del guardabarros

La aplicación de los guardabarros se inicia con los antiguos carruajes para impedir que el conductor y los pasajeros fueran salpicados por el barro que lanzaban las ruedas. Sin embargo fue a mediados del siglo XIX cuando su aplicación se extendió notablemente.

La llegada de los vehículos de tracción mecánica no conlleva una diferencia esencial en referencia a su forma, por lo que el guardabarros no fue modificado. Por razones de consistencia se pasó del cuero y la madera a la chapa de acero, sin embargo, la pieza conservó su forma independiente al resto de la carrocería. 

Al principio, el guardabarros estaba constituido por 2 elementos, que envolvían  la mitad de una rueda (delantera o trasera). En 1899 pasaron a integrarse con el estribo. Hacia 1910 aparecieron los primeros guardabarros traseros unidos a la carrocería, y 3 años más tarde comenzó a generalizarse la continuidad de ésa con los guardabarros delanteros. Sin embargo, estos elementos aún no habían sido objeto de investigación estilística.

En los años veinte, se empezó a construir vehículos con una visión más estilística por lo que los guardabarros como el resto de carrocería fueron objeto de atención por los carroceros, quienes realizaron formas diversas y extravagantes.

En 1930, llegó la máxima expresión estilística del guardabarros con con la época dorada de los carroceros franceses. Con tales realizaciones y bajo el impulso de los problemas aerodinámicos, se inició la fase de integración total del guardabarros a la carrocería. 

Sin embargo, fueron los estilistas norteamericanos quienes determinaron el fin del guardabarros como elemento independiente: 

En los años cincuenta la línea de los guardabarros se adaptó al estilo general del automóvil. 

En los años sesenta se pasó a una expresión estilística más sobria, lineal y funcional. Inicialmente se difundió sobre todo en Europa, donde originó una cierta uniformidad de estilo, modificada sólo por las adaptaciones de los grupos ópticos y de las molduras de embellecimiento.