Encolado de los segmentos

Los segmentos del pistón son aros metálicos situados en la parte superior de la pieza y adheridos a las paredes del cilindro. Entre sus funciones está la de garantizar la retención de los gases e impedir que la presión se reduzca en el interior de la cámara, asegurando así que la combustión tiene lugar en condiciones óptimas. También sirven para evitar el paso del aceite lubricante a la cámara de explosión.
Ese trabajo de retención no es efectivo al completo; siempre existen pequeñas cantidades de aceite que pasan a pesar de los segmentos, y ciertos gases quemados en la combustión que, en alguna medida, acaban llegando al cárter.
Se denominan segmentos de retención aquellos que tienen la labor de impedir el paso de gases, y segmentos rascadores los que se ocupan de limpiar, gracias a su forma semejante a una uña, los restos de lubricante pegados a las paredes del cilindro.
Tras un período prolongado de uso, los segmentos pueden perder sus propiedades y dejar de desempeñar sus funciones correctamente. Una de las causas de ese mal funcionamiento es el llamado encolado.

La formación de depósitos compuestos por restos de lubricante y residuos del proceso de combustión puede afectar a los segmentos, causando su bloqueo. Esos depósitos alquitranados son resultado de las reacciones químicas que tienen lugar en el motor a elevadas temperaturas.
Es posible que el bloqueo, o encolado, se produzca en algún punto localizado del aro elástico o en toda su circunferencia. La consecuencia, de cualquier modo, es una pérdida de capacidad de retención de los segmentos y una caída en la compresión de la cámara de explosión. Eso provoca un aumento del consumo de aceite y de carburante, y una mayor cantidad de gases quemados que acceden al cárter, lo que se traduce en un rendimiento ineficiente del motor y un riesgo serio de avería.
Para evitar el encolado de los segmentos se emplean aceites detergentes que dificultan la formación de depósitos.