Bocina

La bocina es un elemento con el que cuentan los vehículos, que se puede accionar mecánicamente o electrónicamente y que se utiliza para realizar avisos acústicos. Todos los vehículos deben contar con un dispositivo productor de señales acústicas que cumpla con la normativa establecida. Su forma más conocida es la de la bocina de pera, con la que el sonido se produce al oprimir una pera de goma y haciendo pasar el aire hacia la trompeta que instala mediante una lengüeta.

Fue a finales del siglo XIX cuando se utilizó la bocina acústica por primera vez en automóviles como sistema para advertir a peatones y otro conductores. Las primeras bocinas se accionaban manualmente, pero con el paso de los años, se acabaron transformando en bocinas accionadas eléctricamente. Fue Robert Bosch quien en el año 1914, presentó su patente de bocina eléctrica, la cual salió al mercado unos años más tarde, en 1921.

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Usos permitidos y no permitidos de la bocina

El uso de la bocina está reglamentada en el Reglamento General de Circulación y se prohíbe su utilización sin motivo reglamentariamente permitido. El uso de la bocina está permitido cuando:

• Se quiere evitar un accidente, al circular con baja visibilidad o en vías estrechas, por ejemplo.
• Si se tiene intención de realizar un adelantamiento, se puede hacer uso de la bocina para avisar al conductor que circula delante de nuestra intención.
• Si se tiene que circular en servicio de urgencia se deben conectar las luces de emergencia y realizar señales acústicas de forma intermitente con la bocina.

En cambio, el uso de la bocina será indebido cuando:

• Se utilicen señales acústicas de sonido estridente.
• Si se utilizan sin motivo reglamentario admitido.
• No se obedecen las señales de prohibido realizar señales acústicas.
• Se circula haciendo uso de señales acústicas especiales sin tener carácter de vehículo con prioridad o especial.