Autonomía
Significado de autonomía
La autonomía de un automóvil es una cualidad tanto más apreciada cuanto menos pobladas sean las zonas por las que aquel se debe mover y, por tanto, menos posibilidades existan de repostar. Evidentemente, la cantidad de carburante que un coche puede transportar es limitada, y junto al consumo del vehículo determina la autonomía. La forma más básica de calcularla consiste en multiplicar los litros de capacidad del depósito por los kilómetros que el coche puede recorrer con un litro, considerando su consumo promedio.
Ampliar la capacidad del depósito permite transportar más combustible, pero a costa de aumentar el peso del coche y reducir sus prestaciones, lo que indica la necesidad de buscar un equilibrio entre todos los factores en juego.
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La autonomía de los vehículos eléctricos
Debido a las especiales características de las baterías, lograr una autonomía razonable junto a unas buenas prestaciones es, probablemente, el gran desafío de los vehículos eléctricos.
Además de requerir mucho tiempo para su carga, las baterías presentan una baja densidad energética, lo que provoca que su peso sea excesivo, especialmente en comparación con el que tiene el combustible en un coche convencional.
Por otro lado, la capacidad de las baterías se va reduciendo con el tiempo, en particular si deben soportar con frecuencia el estrés de las cargas y descargas rápidas. Ambos aspectos suponen un problema para obtener una buena autonomía, y hay que añadirles otros dos: el considerable gasto de electricidad que supone activar la calefacción, y el aumento drástico que el consumo de un vehículo eléctrico experimenta fuera del entorno urbano, cuando ha de mantener una velocidad de marcha elevada durante cierto tiempo.
