Antiniebla

La iluminación antiniebla de un coche son unas luces que tienen como objetivo aumentar la visibilidad de la calzada y del propio vehículo para el resto de conductores, sobre todo, en condiciones adversas como pueden ser niebla, tormentas o condiciones de escasa visibilidad.

Deben ser de color blanco o amarillo selectivo, que es una tonalidad específica para la iluminación de automóviles, si se usan en la parte frontal del vehículo, o rojas si lo hacen en la parte posterior.

Se pueden hacer dos distinciones de tipos de luces antiniebla. En primer lugar, en función de la posición que tengan en el vehículo se distinguen las luces antiniebla delanteras y las antiniebla traseras. 

En el caso de las luces antiniebla delanteras, su uso no es obligatorio y por lo tanto existen vehículos que no cuentan con ellas. Su uso principal es para alumbrar mejor la calzada, sobre todo en carreteras estrechas y con curvas.

En cambio, las luces antinieblas traseras sí que son obligatorias con el fin de aumentar la visibilidad del vehículo para el resto de conductores, solo se deben usar cuando existan condiciones adversas.

Otra forma de distinguir entre luces antiniebla es según la tecnología que empleen. Se pueden distinguir luces antiniebla que usan tecnología LED, las cuales están aumentando su popularidad en los últimos años, las luces antiniebla de alta intensidad, o HID, que usan gas xenón, o por último, las luces antiniebla halógenas convencionales.

Las luces antiniebla se deben encender tan solo cuando las condiciones de visibilidad sean desfavorables y escasas, como en caso de niebla, nieve o lluvia muy intensa. Su finalidad principal es la de hacer más visible el vehículo, no la de alumbrar. 

Si no existen estas condiciones adversas, las luces antiniebla se deberán desconectar ya que al ser unas luces de alta intensidad, cabe la posibilidad de deslumbrar a otros conductores.