Alarma perimétrica

Existen múltiples sistemas y dispositivos diseñados para proteger a los vehículos de posibles robos. En el caso de las alarmas, el funcionamiento básico es común a la gran mayoría de los tipos: se dispone una serie de sensores de cuyo control se encarga un ordenador o unidad central, y cuando esos sensores detectan determinadas circunstancias, la unidad activa las señales precisas, sean acústicas o visuales, para dar la alerta al propietario del coche.

El tipo de circunstancia o suceso registrado por los sensores que pone en marcha los avisos es, básicamente, lo que distingue las alarmas volumétricas de las perimétricas o perimetrales.

En las volumétricas, los sensores están preparados para detectar cualquier movimiento que se produzca en el interior del vehículo, por lo que tienen gran sensibilidad y en ocasiones pueden activarse con estímulos mínimos.

Las alarmas perimétricas están concebidas para evitar la entrada de otras personas en el automóvil, y se activan cuando se advierte algún intento de forzar las puertas, el maletero o el capó.

Se trata de un tipo de sistema eficaz si alguien trata de abrir la puerta, el capó o el portón sin la llave necesaria. Sin embargo, en caso de que el propietario del vehículo se deje una ventanilla parcialmente abierta, es posible que un tercero introduzca la mano en el habitáculo sin que la alarma salte como haría la volumétrica en una situación semejante.