Accidente
Significado de accidente
En la actualidad, un porcentaje mínimo de los siniestros automovilísticos es debido a fallos mecánicos o defectos de fabricación del vehículo. El error humano, considerando el concepto de forma amplia, está detrás de la gran mayoría de incidentes de este tipo, lo que a menudo se presenta como argumento en favor del impulso y perfeccionamiento de los vehículos de conducción autónoma.
En cualquier caso, se ha comprobado que la probabilidad de que un accidente tenga consecuencias mortales se ha reducido sensiblemente en los países desarrollados. Entre los factores decisivos al respecto están los importantes avances en seguridad pasiva y activa desarrollados e introducidos por los fabricantes a lo largo de las últimas décadas.
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Causas más comunes de los accidentes de tráfico
La fatiga al volante se traduce en menor concentración y menor capacidad de reacción frente a cualquier imprevisto. Aproximadamente uno de cada cuatro accidentes está relacionado, de forma directa o indirecta, con el cansancio del conductor.
El exceso de velocidad es otro de los factores que multiplican el riesgo de accidente y la posible gravedad del mismo. La disminución del control del conductor sobre el vehículo es evidente, y resulta especialmente peligrosa en condiciones de lluvia.
La falta de atención al tráfico durante la conducción también puede tener graves consecuencias, y a este problema no es ajena la costumbre de usar el teléfono móvil mientras se va al volante. Se ha comprobado que quien va hablando por el móvil no es capaz de mantener una velocidad constante ni una distancia de seguridad adecuada, además de ver mermada su capacidad de reacción.
Los efectos del empleo del teléfono se parecen, en cierta medida, a los causados por la ingestión de alcohol antes de conducir, un problema que persiste a pesar de las múltiples campañas informativas y educativas.
Existen factores de otra naturaleza que también pueden aumentar el riesgo de accidente. Es el caso de la niebla, la lluvia, la humedad, la nieve y otras circunstancias meteorológicos desfavorables. Y es también el caso de los posibles fallos del vehículo, muchas veces debidos a un mantenimiento deficiente. Los neumáticos son un elemento particularmente vulnerable en esos supuestos.