Carburación

En la mecánica de automóviles, hace referencia al proceso de preparación de la mezcla de gasolina y aire que se realiza en la pieza denominada carburador gracias a un sistema de inyección electrónica. Consiste en la pulverización, vaporización y mezcla del combustible.

En el momento en el que salta la chispa en la cámara de explosión de un vehículo, se inicia la combustión de la mezcla entre el aire y la gasolina, es decir, se produce la reacción entre el hidrógeno y el carbono, que son los principales componentes de la gasolina, con el oxígeno presente en el aire atmosférico.

Esta combustión será completa en el caso de que todo el hidrógeno y todo el carbono se hayan combinado con el oxígeno, obteniéndose como únicos productos el vapor de agua y el dióxido de carbono, sin tener presencia en los gases de escape de productos sin quemar, como pueden ser el oxígeno libre, el monóxido de carbono o algunos hidrocarburos. 

Para que esta combustión sea completa se necesita que ambos componentes, tanto el aire como la gasolina, se introduzcan en el cilindro en una relación de peso concreta, a esta relación se la conoce como relación estequiométrica. 

Si se conoce el número exacto de átomos de hidrógeno y de átomos de carbono en 1 kg de gasolina, se puede calcular el número exacto de moléculas de oxígeno que se necesitan para una combustión completa.

El carburador es el elemento que dosifica esta mezcla, pero su misión es muy compleja y difícilmente logra conseguir la relación estequiométrica entre aire y gasolina. Las características en la fabricación de los motores tienen una alta importancia en la carburación, ya que la longitud, el diámetro o las curvas en los conductos para la admisión de gasolina causan anomalías en su distribución.