Cigüeñal

Se trata de un eje giratorio, con una serie de codos y contrapesos que se emplea en algunas máquinas para transformar el movimiento rectilíneo alternativo en circular uniforme o viceversa. Su uso es muy común en los motores de combustión interna.

Los primeros cigüeñales se emplearon como mecanismo para poder sacar agua de los pozos con poca profundidad. Este sistema se sustentaba en una pértiga que contaba con un contrapeso con la que poder realizar la fuerza necesaria para sacar el agua.

Un cigüeñal actual, está formado por un eje, es decir, una barra que actúa como sujeción de un cuerpo que gira y de un juego de bielas, que es el encargado de transformar el movimiento de traslación en un movimiento circular o a la inversa.

En la actualidad, el cigüeñal se fabrica con aleaciones de una alta resistencia ya que están sometidos a un esfuerzo de gran intensidad. En ocasiones, los cigüeñales cuentan con unos conductos interiores y una serie de perforaciones por los que se hace circular una sustancia lubricante.

El cigüeñal es una de las piezas más importantes de un motor de combustión interna como el que se usa en los automóviles, ya que es el encargado de transformar la energía que se produce en la combustión en energía mecánica, recogiendo y transmitiendo al cambio, la potencia que produce cada uno de los cilindros.

Cuando se pone en marcha el motor, el combustible que se encuentra en la cámara de combustión explota y mueve el pistón de manera lineal, este movimiento se transmite a una biela unida a dicho pistón y al cigüeñal. Cuando este movimiento llega al cigüeñal, éste lo transforma en un movimiento circular. Los contrapesos con los que cuenta el cigüeñal son los encargados de minimizar las irregularidades presentes en el movimiento del eje.