FWD

El sistema de tracción delantera de los automóviles, indicada normalmente con las siglas FWD, es un tipo de tracción en la cual el motor del vehículo transmite la fuerza que genera al eje delantero. Es un sistema empleado frecuentemente en automóviles con potencias medias o bajas.

Entre los años 1895 y 1898 se fabricó lo que se considera el primer vehículo con tracción delantera, aunque nunca se llegó a fabricar en masa. En los siguientes años, fueron varios los fabricantes que intentaron desarrollar un vehículo con tracción delantera, aunque sin mucho éxito. En el año 1934, la compañía Citroën fabricó el primer automóvil que contaba con el sistema de tracción FWD y con motor longitudinal.

El primer vehículo con FWD que tuvo éxito en el mercado fue desarrollado por la compañía británica BSA. Poco a poco la tracción delantera iría ganando mercado hasta que en el año 1959, la compañía Mini desarrolló un vehículo que contaba con el sistema FWD pero con el motor instalado de manera transversal, lo que supuso todo un avance. En la actualidad, la gran mayoría de vehículos convencionales cuentan con el sistema FWD, en el cual el motor se encuentra ubicado de manera transversal.

Instalar un sistema FWD en un vehículo supone un aumento de espacio en el interior del vehículo, además de una disminución de peso, una mayor estabilidad al tomar las curvas y un mejor control en condiciones desfavorables, aunque son igual de seguros que los vehículos con tracción trasera.

Los vehículos que cuentan con el sistema FWD, cuando sobrepasan una potencia determinada, tienen mayor dificultad para adherirse a la calzada. Además, su mantenimiento es más complejo porque las ruedas del eje delantero, además de ser las motrices, también son las directrices, es decir son las que dirigen el vehículo.

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