AWD

El sistema All Wheel Drive, conocido como AWD o de tracción total permanente, proporciona de manera continua y equitativa la potencia proveniente del motor a las distintas ruedas del vehículo.

Este sistema emplea un diferencial central para poder igualar la tracción que recibe cada una de las ruedas de los coches, ofreciendo un control total del automóvil. Esta tracción se puede conseguir tanto de manera electrónica, con una intervención independiente de los frenos, como de manera mecánica, mediante diferenciales o cajas de transferencia. El sistema AWD se suele emplear en los vehículos de gama alta, sobre todo para su circulación en carreteras asfaltadas, más que por offroad.

Los automóviles que cuentan con un motor transmiten la fuerza a las ruedas mediante un diferencial central, una caja de cambios y un sistema de transmisión.

El diferencial central es el encargado de regular y compensar las diferencias que se producen entre el giro de las ruedas de la parte delantera y de la trasera.

El AWD es un sistema que se encuentra conectado y actuando permanentemente, no es necesario la intervención del conductor para hacerlo funcionar. Los vehículos que cuentan con este sistema, transmiten la potencia al eje principal y la regulan, en función de si se detecta una pérdida de tracción o no, enviando menos potencia a aquellas ruedas con menor adherencia, para evitar deslizamientos.

Los vehículos que cuentan con tracción AWD no están tan enfocados a la conducción offroad, aún teniendo tracción a las cuatro ruedas, pero son un tipo de automóviles que ofrece una seguridad muy elevada en vías asfaltadas, respondiendo de manera excelente a altas velocidades, gracias a toda la tecnología electrónica que equipan.

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