EBA

Numerosos accidentes pueden ser evitados con una frenada eficaz. Partiendo de esa certeza, y al igual que otros asistentes de este tipo, el EBA reacciona activando automáticamente el sistema de frenado si el conductor no lo hace y la distancia hasta el vehículo precedente resulta claramente peligrosa.
El asistente cuenta con diferentes sensores capaces de monitorizar la marcha en todo momento y controlar la velocidad para reducir el riesgo de accidentes o, en el peor de los casos, la gravedad de los mismos. Al reconocer una situación de colisión inminente, el sistema avisa al conductor y simultáneamente prepara una frenada con la fuerza precisa que garantice una máxima deceleración del vehículo.

Existen varias versiones del asistente. Las más básicas están concebidas para actuar en entornos urbanos, evitando choques a velocidades reducidas, y las más avanzadas son también efectivas a una mayor velocidad.

Las conclusiones de los estudios realizados acerca de la reacción de los conductores en situaciones de emergencia, revelan que en muchos casos no se ejerce la fuerza suficiente sobre el pedal de freno. Ocurra eso por inexperiencia o por nerviosismo, la consecuencia es que, aunque la capacidad del vehículo permita una mejor prestación, la distancia de frenado se alarga y el riesgo de accidente se multiplica.

En esos supuestos se está desaprovechando la potencial efectividad del sistema de frenado del automóvil. Esa circunstancia se evita si un asistente a la frenada de emergencia reconoce, por medio de sensores que indican la fuerza aplicada sobre el pedal y otros parámetros, el momento inicial y el final de dicha frenada. Con esa información puede incrementar su fuerza hasta el máximo nivel, actuando junto al sistema antibloqueo y el control de estabilidad para reducir en todo lo posible la distancia de frenado.