Dirección activa integral

El concepto de dirección activa se basa en la adaptación del sistema de dirección del vehículo a las exigencias de la conducción a diferentes velocidades. Dicho de otro modo, se trata de una tecnología que, gracias a un motor eléctrico situado en la columna de dirección, introduce una corrección en el giro real respecto a la rotación del volante.
A baja velocidad son frecuentes los ángulos de giro muy acusados y las maniobras en espacios reducidos, como ocurre en la conducción urbana. Eso demanda una dirección directa en la que las ruedas respondan bien a los pequeños movimientos del volante. Pero a velocidades elevadas es preciso un comportamiento muy diferente para no poner en riesgo la estabilidad del coche.
El sistema de dirección activa se encarga, así, de graduar el ángulo de dirección de las ruedas respecto al giro del volante en función de la velocidad del vehículo. Y, aunque usualmente se limita a las ruedas delanteras, la dirección activa integral o Integral Active Steering, desarrollada particularmente por BMW, implica también al eje trasero y aumenta las posibilidades y la precisión del sistema.

El sistema regula de forma automática la respuesta de la dirección en las diferentes condiciones. Pero, en este caso, las ruedas traseras pueden girar hasta tres grados, y es un dispositivo de control el que establece la medida exacta de ese ángulo tras analizar factores diversos.
A velocidad baja, las ruedas de ambos ejes giran de forma contraria para que el radio de giro sea menor y la precisión al trazar las curvas aumente. En un ritmo de marcha elevado, las ruedas delanteras y traseras giran en la misma dirección para ofrecer más estabilidad al vehículo.
La dirección activa integral proporciona de este modo la mayor estabilidad posible en cada escenario de conducción y aumenta la comodidad en el habitáculo.