mapa de encendido

La mezcla de aire y combustible ha de ser quemada de la forma más eficiente posible, evitando detonaciones y otras incidencias. Esa optimización depende, entre otros factores, de que la ignición tenga lugar en el instante más adecuado, pero ese instante no es invariable, sino que cambia en función del régimen de giro del motor y de su estado de carga, entre otros factores.
El mapa de encendido se diseña poniendo en relación las variables más relevantes y programando el avance más adecuado para cada circunstancia. Todos los datos son memorizados por la unidad de control electrónica, que se encarga de realizar los cálculos y ajustar el avance de encendido a los valores establecidos en el mapa.

Determinar el momento ideal para el encendido en función de las revoluciones y la carga del motor exige tener en cuenta algunas otras variables que inciden en el comportamiento del motor.
La temperatura del aire en la admisión es una de ellas. Con un sistema de sobrealimentación, esa temperatura puede ascender de forma repentina por causa de la presión, y es preciso retrasar la ignición para evitar una detonación anticipada. Algo similar sucede con las oscilaciones de temperatura del motor: se puede retardar el instante de encendido cuando los valores son altos, y adelantarlo en el caso contrario.
La velocidad del ralentí es otro dato que puede influir en el instante del encendido, que tiende a retrasarse cuanto más elevada es dicha velocidad. También han de tomarse en consideración, para establecer el mapa de encendido, el combustible empleado, la morfología y el peso del vehículo y los valores de compresión.