HDI

Estas siglas han sido escogidas por el grupo PSA, fabricante de automóviles francés formado por marcas como Peugeot, Citroën, Opel o DS, para hacer referencia a unos motores diésel que funcionan con inyección directa y turbocompresor.

Los motores diésel, por lo general, ofrecen rendimientos mayores y consumos inferiores a los motores gasolina, pero es necesario un mantenimiento mayor.

Una de las ventajas de un motor HDI es que la combustión es más suave, se realiza de manera progresiva y por lo tanto, reduce la contaminación acústica. Además, con este tipo de tecnología, se generan potencias altas con cilindradas bajas, por lo que están a la par con los motores gasolina e incluso pueden superarlos en aceleración.

Respecto al medio ambiente, ofrecen una disminución de la cantidad de emisiones nocivas, tanto en partículas como en monóxido de carbono. En la actualidad se han desarrollado unos motores denominados Blue HDI, que funcionan con AdBlue y que ofrecen rendimientos todavía mayores, con una mejor relación cilindrada/potencia, lo que se traduce en una disminución de las emisiones y los consumos.

Otra de sus ventajas es el ahorro de combustible, que se consigue mediante una combustión mejor del gasóleo inyectado y gracias a la reducción de peso de las piezas móviles del motor, lo que supone una reducción de peso del vehículo, disminuyendo la inercia en movimiento y la consiguiente pérdida de potencia, aumentando tanto las prestaciones como el rendimiento.

Existe una nueva versión de motores HDI, llamada Common Rail, inventada por la compañía Fiat con la cual el grupo PSA llegó a un acuerdo para producir estos nuevos motores, con la que se alcanza una exactitud y precisión mayores en la inyección de combustible, reduciendo el consumo y la contaminación y aumentando las prestaciones del motor.